Sí, tengo que reconocerlo… me encanta ir de compras, me encanta comprar y me encanta volver con bolsas y bolsas a casa… No hay como ir por la calle, o el shopping, y encontrar la remera, la pollera, los zapatos, la cartera, los aros, el pañuelo, el collar, la pulsera o el perfume perfecto para nosotras, y poder agarrarlo, ir a la caja y decir “lo llevo”… y ni hablar de después verlo y pensar “you’re mine!!!”. Sí, kind of like “my precious”, y casi con la misma admiración/adicción/obsesión…
No me pregunten por qué, pero cuando elijo algo es como si me hablara, como si me llamara “Belu… Belu… Belu…”, y cuando algo que me muestran no me gusta mi respuesta, evidente, es “mmm… no me llama”… Quien no experimente lo mismo probablemente me considere loca, y puede que lo sea… Loca por las compras (sí, como la peli), y si vieron la movie (de título original “Confessions of a Shopaholic”) por lo menos se pueden dar una idea de lo que quiero decir…
Además, una compra termina llevando a la otra. ¿Quién no se compró una campera que no combina con ninguno de sus zapatos? Así que, shoe store here we go! Pero si no teníamos los zapatos, tampoco la cartera!!! Y así empieza un ciclo casi sin fin… ¿Cuándo termina? a- Cuando no nos alcanzan las manos para llevar más bolsas; b- Cuando sabemos que a la próxima compra la tarjeta tiene grandes posibilidades de ser rechazada.
¿Lo ideal en estos casos? Salir con UN OBJETIVO: “comprar X prenda” y estar segura que es lo único que necesitamos realmente, ir solamente al local donde conseguimos eso y volver a casa… God help us si donde vamos no encontramos el talle, el modelo o el color buscado, porque eso significa caminar hasta encontrar, y seguramente encontremos de toooodo en el camino (y lo compremos) menos lo que buscábamos originalmente…
peep toe shoes, cartera, sobre de fiesta
Admito que caminar, recorrer, probarse, mirar, elegir, revolver, buscar… todo, todo es agotador. Pero qué lindo es volver a casa con las bolsas!! =D
¿A alguien le pasa algo parecido?
Besos! ( beluu . )