El viernes pasado fue el Día de las Maestras Jardineras, y a pesar de que no soy una de ellas (aunque sí trabaje en un kinder), todos los días aprendo algo nuevo de ellas, me ayudan, me escuchan, me acompañan, son mis compinches…
A veces siento como que todavía estoy yo en el Jardín y todas ellas son mis seños. Ya trabajar en el Jardín hace que esté súper in touch con mi niña interior: tengo la excusa perfecta (los peques) para buscar dibujitos de Disney o de Pooh, para comprarme stickers de todas las formas posibles, para comprar/compilar cd’s de músicas para los chiquis, para ver pelis de chiquitos sin que nadie me diga “¿no estás un poco grandecita para eso?”… Entonces, en el fondo, mis compañeritas de trabajo, las seños, sí son mis seños… Son las seños de mi inner child, y las amigas de grown-up B.
Y para ellas, y todas la Maestras Jardineras, comparto esto (que recibí en el mail newsletter de SBS-librerías):
<< Me hace cosquillas la memoria y reconozco un cuarto multicolor, lleno de personas de peluche y de madera y también puedo ver unas sillas de unos 60 centímetros de alto.
El complejo de Edipo es latente y de mi boca pronuncio la palabra "mamá". ¿Donde está ella? ¿Por qué me dejó en ese lugar desconocido?
Ante mi llamado se presenta una mujer vestida con una ropa roja a cuadros y me sonríe. Su calidez me abraza y me tranquiliza. No se quien es, pero su ternura es tan grande que siento que puedo confiar en ella y le extiendo mis brazos.
Luego, me observa cuidadosamente y me lava la mano toda pegajosa gracias al caramelo de frutilla que no supe bien como comer. Me dice que todo estará bien y me invita a jugar en su mundo de fantasía. Pero, ¿quien es? ¿Acaso se trata de mi hada madrina ?
No, no es mi hada madrina. Es alguien aun más especial. Es mi maestra jardinera.
Breve Reseña
Rosario Vera Peñaloza nació el 25 de diciembre de 1873 en La Rioja y falleció el 28 de Mayo de 1950.
Fue la fundadora del primer jardín de infantes de nuestro país y es por esto que, en el día de su muerte, se conmemora el día de los jardines de infantes y de las maestras jardineras.
Además de ejercer como docente se desempeñó como directora de escuelas, fundó bibliotecas, un museo y escribió varias obras, entre ellas "Pensamientos breves sobre juegos educativos" o poemas como "El hombre que rehusó el Olimpo" o "Los hijos del sol". Dedicó una vida entera a la enseñanza, incluso privilegiando la escuela por sobre su vida personal.
Fue una ferviente patriota y defensora de los valores nacionales ya que creía que la educación debía basarse en teorías y dogmas nacionales y no en los extranjeros.
De más esta decir que sentó un precedente al investigar acerca de la importancia de la edad pre-escolar en el desarrollo motriz y psicológico del niño. Esta etapa es cimiento para la construcción y el desarrollo del ser humano, tanto biológico como emocional. Debido a esto, estamos en la obligación de ser parte de este proceso y contribuir para que los chicos crezcan en un ambiente equilibrado y lleno de juegos, porque en definitiva es a través de ellos que el disfrute se refleja en sus rostros. ¿Donde hallamos juegos sino es en la salita del jardín de infantes?
Dice Rosario Peñaloza: "el jardín de infantes ha de entenderse al desenvolvimiento de todas las manifestaciones de su individualidad, destruyendo los gérmenes malsanos y vigorizando, en toda forma, la pequeña planta humana, de cuyo buen crecimiento depende la felicidad individual y colectiva".
En este juego de palabras y siguiendo la analogía con la naturaleza, valoremos ese jardín especial, lleno de olores y sabores a infancia y también, por supuesto, prestemos mucha atención a esos pequeños bajitos que lo habitan. Pero, por sobre todo, no olvidemos a ese gran sol vestido de rojo quien, con su sonrisa suave, los cuida y protege todos los días bajo su cálido manto maternal.
María Cecilia Ruiz
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Todo lo que hay que saber, cómo vivir y qué hacer y cómo debo ser, lo aprendí en el jardín de infantes.
La sabiduría no estaba en la cima de la mañana de la universidad, sino allí, en el arenero.
éstas son las cosas que aprendí:
1. Compártelo todo.
2. Juega limpio.
3. No le pegues a la gente.
4. Vuelve a poner las cosas donde las encontraste.
5. Pide perdón cuando lastimes a alguien.
6. Sonrójate.
7. Las galletitas calientes y la leche fría son buenas.
8. Vive una vida equilibrada: aprende algo y piensa en algo.
9. Dibuja, pinta, canta, baila, juega y trabaja cada día un poco.
10. Duerme la siesta todas las tardes.
11. Cuando salgas al mundo, ten cuidado con el tráfico, tómate de las manos y no te alejes.
Tóma cualquiera de los ítems, tradúcelo en términos adultos sofisticados y aplícalo a tu vida familiar o a tu trabajo, a tu gobierno o a tu mundo y se mantendrá verdadero, claro y firme.
Piensa cuanto mejor sería el mundo si todos - todo el mundo - tomásemos galletitas con leche cada tarde y después nos acurrucáramos para dormir la siesta.
O si todos los gobiernos tuviesen como política básica volver siempre a poner las cosas donde las encontraron y limpiar lo que ensuciaron.
Y aún es verdad, no importa cuán viejo seas, que al salir al mundo es mejor tomarse de las manos y no alejarse.
Robert Fulhum
extraido del libro «Todo lo que hay que saber, cómo vivir y qué hacer y cómo debo ser, lo aprendí en el jardín de infantes.» >>
FELIZ DIA
KINDER TEACHERS !!!
regalito de la dire y la vice del cole =)
Besoos! ( beluu . )